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Pesca deportiva en agua dulce y agua salada
La pesca de río es una buena opción para comenzar a practicar este deporte
ya que es muy versátil. Prácticamente casi un 40% de los peces son
especies de agua dulce. En los ríos podemos encontrar especies como la
trucha, el salmón, el lucio, el bass, el siluro, el robalo, la morraja y
muchos más.
Cuando pescamos en un río tenemos que lidiar con corrientes de agua,
muy diferentes a las que se localizan en los lagos o estanques que el
agua no está en movimiento. En estos casos es importante detectar hacia
dónde se mueve la corriente y el comportamiento de los peces en ese
medio. En general, los peces que nadan en las corrientes suelen ser de
tamaño más reducido que el resto de los peces del río. Las mejores zonas
donde podemos pescar buenos ejemplares en los ríos son entre las rocas,
en las desembocaduras, las cataratas o cascadas, entre los arbustos
acuáticos, en las zonas tranquilas de la orilla. Los señuelos
artificiales ideales para este tipo de actividad son las cucharillas,
las moscas y los corchetes. Los señuelos vivos recomendados son las
lombrices o los insectos. El mejor momento para pescar en río es después
del amanecer y al anochecer, ya que los peces pican al salir o ponerse
el sol; y el ejemplar más pescado es la trucha, que si deseas atraparla
no hay mejor método que la pesca a mosca.
La pesca de agua salada es la más recomendada cuando se es principiante,
ya que su dificultad radica en tu destreza. Si empiezas a pescar, los
muelles, puertos o playas son una opción excelente, ya que además
necesitarás solamente un equipamiento básico compuesto por caña de
pescar, carrete, línea trenzada (sedal resistente), anzuelos, plomos o
corchos y señuelos que pueden ser artificiales, como jigs; o naturales
como gusanos. Las modalidades más practicadas en mar son el surfcasting y
el eging (esta solo se puede realizar en agua salada). Al pescar desde
la playa mediante surfcasting puedes atrapar lubinas, doradas,
lenguados, sargos, palometas, congrios, pargos y numerosas especies más.
Normalmente estas especies marinas se pescan con la técnica del
spinning, que consiste nada más y nada menos que en lanzar el señuelo al
mar y recogerlo con el carrete hasta que el cebo salga del agua, esta
acción se tendrá que repetir hasta que pique algún espécimen. Los
ejemplares que podremos pescar con este método son, por ejemplo, las
lubinas.
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